El monte Loura está situado en África Occidental, en la República de Guinea, cerca de las fronteras de Malí y Senegal, y es la montaña más alta de la región con 1.573 metros de altura.
Su característica más interesante es el perfil rocoso, parecido a una mujer, que pasó a ser conocida como la Dama de Mali o Néné Fouta y que se puede ver desde el cercano pueblo de Dongol Lüüra.
La misteriosa figura se hizo mundialmente conocida tras ser encontrada en 1997 por el geólogo italiano Angelo Pitoni.
Pitoni ya se había topado con otro misterio en 1990, las piedras azules de Sierra Leona que pasaron a ser conocidas como Blue Sky, las piedras del cielo, que no corresponden a ningún mineral conocido.
El tamaño de la estatua desde la mitad del tronco hasta la cabeza es de unos impresionantes 150 metros y según investigaciones realizadas en la época, la montaña está hecha de granito y su color se lo da un agente aún desconocido.
Los científicos no pueden decir si la curiosa formación es natural, creada a partir de la erosión o si fue una obra maestra creada por alguna civilización antigua.
La primera posibilidad es prácticamente inviable porque la región cuenta con pocos vientos y partículas abrasivas capaces de moldear el granito.
Después de algunas inspecciones y análisis exhaustivos del suelo local, el profesor Pitoni estimó que la escultura tenía entre 12.000 y 20.000 años.
Durante una entrevista, el profesor Angelo Pitoni afirmó que la zona está llena de cuevas con momias, protegidas y custodiadas por habitantes locales que dicen ser descendientes de los atlantes.
Pitoni teorizó que algunos supervivientes de esta civilización habían logrado refugiarse en África Occidental tras la desaparición del legendario continente de la Atlántida y que la imagen debía ser de alguna diosa mitológica relacionada con esta antigua civilización.
Angelo Pitoni falleció en 2009 y se llevó consigo muchos secretos no revelados.
Mientras tanto, La Dama de Mali seguramente mantendrá ocupados a los investigadores durante mucho tiempo tratando de desentrañar quién pudo realizar tal hazaña, construyendo un monumento en una montaña de granito tan grande que, incluso en nuestros días, sería un empresa imposible, tanto en términos tecnológicos como financieros.