Nuevos descubrimientos muestran signos claros de erosión hídrica en todo el paisaje de Giza, incluidas las Pirámides y la Esfinge, y esto ha llevado a varios estudiosos a creer que la antigua necrópolis alguna vez estuvo sumergida bajo el mar.

Trabajando extensamente en la meseta de Giza durante más de veinte años, el arqueólogo Sherif El Morsi y su colega Antoine Gigal han hecho un descubrimiento que refuerza esta teoría, pero Gigal y El Morsi no fueron los primeros en proponer o estudiar esta idea.

 

El Dr. Robert M. Schoch fue uno de los primeros expertos en abordar la idea de que las estructuras egipcias son mucho más antiguas de lo que sugieren los estudiosos y que toda la región alguna vez estuvo sumergida.

A principios de la década de 1990, el Dr. Schoch propuso que la Gran Esfinge de Giza era una estructura miles de años más antigua de lo que los arqueólogos aceptan actualmente y que fue creada alrededor del año 9.000 a.C.

Esta teoría se basó en patrones de erosión hídrica que se descubrieron en los monumentos de Giza y el paisaje circundante.

El Morsi y sus colegas han estado tratando de probar esta teoría buscando pistas que revelen la verdadera naturaleza de los monumentos, y su búsqueda de respuestas finalmente culminó en un descubrimiento que muchos sugieren que es una evidencia concluyente.

Mientras los investigadores analizaban y documentaban las marcas de erosión de los monumentos de Giza, descubrieron un fósil y la evidencia llevó a El Morsi y sus colegas a proponer que la meseta de Giza se inundó en un pasado lejano.

Los arqueólogos se han centrado en el sitio del templo de Menkare, que puede haber sido una antigua laguna cuando los niveles de agua cubrían toda la Necrópolis, incluida la Gran Esfinge, así como los complejos de templos que la rodean.

A pesar del descubrimiento del fósil, no todo el mundo está convencido de que el artefacto sea una prueba convincente de una meseta inundada.

Los escépticos sostienen que el equinoideo encontrado en la piedra caliza quedó expuesto por la erosión y que la criatura fosilizada era, de hecho, parte de la piedra caliza original formada hace unos 30 millones de años.

Sin embargo, El Morsi explicó que la criatura fue petrificada hace relativamente poco tiempo.

El investigador indicó que la criatura fue encontrada colocada gravitacionalmente sobre el suelo y en condiciones casi perfectas, ubicada dentro del rango intermareal de la laguna, nombre que se le da en ambientes marinos a la zona de sustrato costero que está expuesta al aire sólo durante marea baja, permaneciendo sumergido con la marea alta.

Fósil descubierto por El Morsi.

«Podemos ver claramente el estado prístino y los detalles de las perforaciones del exoesqueleto, lo que significa que la criatura marina debe haber estado petrificada en los últimos tiempos», explicó El Morsi.

Además, el investigador señala que la inundación de la meseta fue bastante importante, alcanzando los 75 metros sobre el nivel actual del mar.

Esto produjo una línea costera que probablemente se extendía hasta el recinto de Kefrén, cerca de la Gran Esfinge y el templo de Menkare.

«Las pruebas están ahí. Sólo hay que mirar los monumentos y los bloques circundantes que muestran claras marcas de erosión producidas por los maremotos, al tiempo que sugieren que en el pasado existió una zona intermareal de aproximadamente dos metros», argumenta El Morsi.

La Esfinge, así como la Gran Pirámide de Giza, también muestran evidencia de una gran inundación.

Según El Morsi, los primeros 20 niveles de la Gran Pirámide de Giza muestran evidencia de erosión causada por la saturación de agua profunda.

Pero si los niveles de agua fueran tan altos y la meseta de Giza se inundara, ¿hace cuánto tiempo habría sucedido esto?

Según los investigadores, es difícil establecer una línea temporal exacta, ya que durante los últimos 100.000 años el nivel del mar en la región habría fluctuado más de 120 metros.