Murió hace más de 3 milenios, pero su tumba solo fue descubierta a mediados del siglo pasado, aun así, el misterioso niño faraón Tutankamón no deja de sorprender.

Esta vez, fue un grupo de científicos italianos y egipcios quienes descubrieron que el famoso cuchillo del faraón Tutankamón, que había sido depositado en el muslo del muerto, provenía del espacio exterior.

 

Usando imágenes de un espectrómetro de fluorescencia de rayos X, un dispositivo que utiliza rayos X para excitar elementos químicos y así determinar su composición, los científicos concluyeron que el hierro del cuchillo solo podría haber viajado a la Tierra en un meteorito.

El hierro terran nunca tiene más de un 4% de níquel, mientras que el del faraón contenía un 11%. Además, la cantidad de cobalto en el arma del faraón es una firma típica de un metal espacial.

Los científicos fueron más allá y compararon el metal del cuchillo con el de los meteoritos conocidos en la región.

Encontraron uno con la misma composición: el Kharga, que se estrelló en la costa mediterránea egipcia, a 250 kilómetros de Alejandría, y que no fue identificado por los científicos hasta el año 2000.

El nuevo hallazgo se sumó a una serie de hechos extraordinarios sobre el faraón, quien tomó el poder a la edad de 9 años y probablemente murió a la edad de 18 años. Su cuerpo, descubierto en 1925, y otra sorpresa es que el análisis de la momia reveló que el cuerpo se incendió después de la muerte, posiblemente una combustión espontánea provocada por algún error en el proceso químico de embalsamamiento.

Pero las sorpresas no terminan ahí. En 2016, los científicos detectaron signos de una cámara secreta en la tumba del niño faraón, y ahora están buscando aún más tesoros.