La maravilla arqueológica creada por una antigua civilización hace miles de años ha estado envuelta en misterio desde su descubrimiento.

Situado en Armenia, se cree que el sitio de Karahunj, también conocido como Zorats Karer o Stonehenge de Armenia, es anterior al Stonehenge de Inglaterra en 3.500 años y a las pirámides de Egipto en más de 3.000 años.

 

El propósito de la construcción de piedras megalíticas sigue siendo un enigma sin resolver por los arqueólogos.

Las teorías van desde un observatorio astronómico hasta un complejo ceremonial, pero la falta de registros históricos deja espacio para la especulación.

Muchas de las piedras de Karahunj tienen agujeros peculiares, lo que llevó a los investigadores a plantear la hipótesis de que la estructura se utilizó para observaciones astronómicas hace miles de años.

El nombre Karahunj se puede traducir como «Piedras parlantes», en armenio «kar» significa piedra y «hunge» o «hoonch» significa sonido.

Este nombre refleja la característica única de las piedras que parecen silbar en los días de viento, un fenómeno atribuido a los agujeros perforados prehistóricamente desde diferentes ángulos.

Varias expediciones han explorado este antiguo sitio, con estudios más exhaustivos realizados por Paris Herouni y Elma Parsamyan del Observatorio Biurakan de Armenia.

Herouni sugirió que el sitio funcionaba como un templo con un observatorio grande y desarrollado. También propuso que algunas de las piedras representan la estrella más grande de la constelación del Cisne: Deneb.

Curiosamente, se han establecido algunos paralelismos entre Karahunj y Gobekli Tepe, el círculo de piedra más antiguo construido hace más de 11.500 años en la actual Turquía, lo que refuerza la teoría de la conexión con la constelación del Cisne.

Las misteriosas figuras de Karahunj.