La arquitectura y la ingeniería han sido procesos dinámicos y evolutivos, basados en innovaciones en carpintería, albañilería y metalurgia durante milenios. Estos procesos han sido bien documentados, permitiendo la capacidad de recopilar información útil y desarrollar mejores iteraciones contemporáneas, pero una brecha intrigante en esta historia plantea algunas preguntas.

Frente a una mezquita en una zona de Delhi, India, conocida como el complejo Qutub, hay un pilar de hierro forjado famoso por su composición resistente al óxido. Aunque sin pretensiones a primera vista, el Pilar de Hierro tiene unos 1.600 años de antigüedad y no muestra signos de desgaste y ha resistido el intenso monzón asiático, un fenómeno climático que provoca fuertes lluvias y largas sequías durante el año.

 

Se cree que el pilar fue construido durante el reinado de Chandragupta II, y tiene 7 metros de altura y pesa alrededor de 6 toneladas. Estas cifras se vuelven aún más sorprendentes cuando descubres que el pilar fue construido a unos 750 kilómetros de su ubicación actual y su método de transporte sigue siendo un misterio.

El Pilar de Hierro de Delhi

La cuestión de una mayor perplejidad en torno al pilar se refería a su composición y a lo que la mantenía preservada. Algunas de estas preguntas fueron respondidas examinando el proceso utilizado en la fundición de la delgada capa protectora, conocida como «misawite», que rodea el pilar. Esta capa consiste en un compuesto de hierro, oxígeno e hidrógeno y tiene 0,05 milímetros de espesor.

Algunos creen que esta capa fue simplemente un accidente y por lo tanto esta sería la razón por la que es el único de su tipo que se resistió a la intemperie, pero otros atribuyen esta característica a los herreros altamente avanzados, con un nivel de conocimiento sin precedentes, que lo habría hecho intencionalmente para resistir el tiempo.

Algunas investigaciones han confirmado que la temperatura necesaria para construir un pilar de este tipo no podía lograrse mediante la combustión de carbón y, en consecuencia, los antiguos herreros indios habrían utilizado métodos mucho más complejos para lograr tal temperatura para forjar el metal.

Otros estudios sobre la estructura del pilar indican que no se derritió, sino que se fabricó a partir de un increíble proceso de forja y martilleo, utilizando piezas de hierro caliente y pastoso, cada uno con un peso de 20 a 30 kilos, en un proceso gradual. La superficie de la columna aparentemente todavía conserva algunas de las marcas de martillo.

Aunque actualmente está empezando a aparecer una pequeña cantidad de óxido en el pilar, esto no hace que su condición sea menos enigmática, porque dadas las condiciones climáticas de la región y el largo tiempo transcurrido, ya no debería existir.

Inscripción sánscrita del rey Candragupta II.

Aunque el pilar en sí se conservó, la tecnología utilizada en su creación no lo fue. El conocimiento anacrónico utilizado en el hierro fundido durante este período difícilmente podría imitarse hoy en día. Incluso hay evidencia de que fue disparado a corta distancia por una bala de cañón que sólo hizo una pequeña marca en él.

Pero una característica del pilar que da algunas pistas sobre su misterio es una inscripción sánscrita que hace referencia a un rey conocido como Chandra, que muchos creen que es una referencia a Chandragupta II.

La Dinastía Gupta

La dinastía Gupta en la India estuvo marcada por avances significativos y logros en ciencia, tecnología, literatura y astronomía. Desarrollaron el juego del ajedrez y algunas de las piezas más famosas de la literatura india. Los eruditos indios, ya durante este tiempo, entendieron que la Tierra es redonda y gira en torno al Sol. Estaban en sintonía con los ciclos cósmicos, siendo conscientes de los eclipses y otros eventos astronómicos.

Chandragupta II, también conocido como Vikramaditya, fue uno de los gobernantes más notables de la dinastía que abrazó el budismo y el jainismo y era conocido por su coraje y benevolencia. Esto condujo a la incorporación de la iconografía de múltiples religiones en el arte indio en ese momento.

La inscripción en el pilar condujo al descubrimiento de su ubicación original, las cuevas de Udayagiri, situadas cerca de Vidisha, 750 kilómetros al norte de Delhi, y que resultó ser un sitio de interés astronómico significativo en ese momento. El pilar en sí puede haber sido una herramienta astronómica, como un reloj solar utilizado para medir los equinoccios.

Los Pilares de Ashoka

Uno de los Pilares de Ashoka.

Hay otros pilares en toda la India que destacan y son similares a los de Delhi, aunque no tienen la misma procedencia y muestran signos de desgaste y algunos se están deteriorando significativamente hasta el punto de causar daños irreparables.

Estos pilares fueron construidos por el rey Ashoka, un gobernante de la India cuyas conquistas militares se han convertido en un dilema espiritual y moral para él, que se convirtió al budismo y elevó estos pilares en toda la India como una disculpa por sus actos bárbaros, pero sólo quedan 19 de estos pilares.

Fueron construidos alrededor de las 250 a.C., tenían hasta 15 metros de altura y pesaban hasta 50 toneladas, significativamente más grandes que el Pilar de Hierro de Delhi. Cada pilar estaba grabado con inscripciones de sabiduría budista en sánscrito, arameo y griego, estaban cubiertos con muescas de flores de loto y diferentes animales y colocados a lo largo de rutas comerciales para maximizar el número de personas que podían verlos.

Estos pilares también fueron transportados durante cientos de kilómetros, de idad desconocida, a pesar de su enorme peso y tamaño y colocados cerca de las pirámides de Ashoka, hechas de arenisca.