El profundo conocimiento astronómico de nuestros antepasados continúa asombrando a los científicos modernos. Algunas de las pinturas rupestres más antiguas del mundo revelan que los pueblos antiguos tenían conocimientos avanzados de astronomía.

Muchas civilizaciones antiguas estudiaron los cielos e hicieron calendarios solares y lunares notablemente precisos y el arte rupestre que se encuentra en toda Europa no son simplemente representaciones de animales salvajes como se pensaba anteriormente, los símbolos de animales representaban constelaciones de estrellas y se usaban para registrar fechas y eventos como el paso de cometas.

 

El Disco Colgante es uno de esos objetos que forman parte de una vasta lista de artefactos antiguos de los que la humanidad aún no ha descubierto su origen y propósito.

El artefacto forma parte de la colección del Museo Arqueológico Rafael Larco Herero en Lima, Perú, y en realidad es un disco con una especie de “agujero negro” en su centro y su fecha de creación se estima en al menos 2.000 años.

Se cree que el disco fue creado por los Moche, una civilización anterior a los Incas que gobernó la costa norte de Perú entre los siglos I y VIII, y eran conocidos por sus complejos sistemas de riego en el desierto y construcciones de pirámides de adobe y, como muchas culturas antiguas usaba la religión para unificar la sociedad.

Los arqueólogos han desenterrado muchos artefactos fascinantes pertenecientes a la cultura Moche, pero ninguno de ellos se parece a este peculiar disco, lo que lleva a la creencia de que el disco, que nunca ha sido fechado por radiocarbono, puede ser mucho más antiguo de lo que se pensaba o, como sugieren los Teóricos de los Antiguos Astronautas, el Disco Colgante puede que ni siquiera sea un objeto terrestre.

¿Vía Láctea u Otra Galaxia?

El Disco Colgante es tan misterioso que ni siquiera los astrónomos han podido verificar si realmente hay una galaxia representada en el objeto. Sin embargo, teniendo en cuenta que existen registros de estudios avanzados de astronomía en la antigüedad, el disco debió tener una función importante para los estudiosos de su época.

A pesar de las similitudes, el modelo conocido de la Vía Láctea tiene dos brazos espirales principales, Perseo y Scutum-Centaurus, y dos más pequeños, Sagitario y Orión, que es donde nos ubicamos, pero el número de brazos del Disco Colgante no se corresponde con los brazos de nuestra galaxia, lo que sugiere que si el antiguo disco peruano es de hecho una representación de una galaxia espiral, entonces no es la Vía Láctea.

Pero, coincidencia o no, un pequeño punto resaltado, cerca del borde del artefacto, se refiere a la ubicación de nuestro Sistema Solar en la Vía Láctea.

Algunas teorías sugieren que el modelo actual de nuestra galaxia podría estar equivocado, o al menos incompleto, mientras que otras teorías sugieren que el Disco Colgante podría ser un mapa estelar que representa la galaxia de origen de una civilización extraterrestre que habría visitado nuestro planeta hace muchos milenios.

Hasta la fecha, el origen y el propósito del Disco Colgante siguen siendo desconocidos, pero este no es ni el primero ni el último de los intrigantes artefactos de un pasado distante que se remontan a niveles avanzados de conocimiento o dispositivos de alta tecnología mucho más allá de su tiempo.