Descubiertas en 1908 cerca de Belgrado, Serbia, las más de 2000 figuras misteriosas pertenecientes a la antigua cultura Vinca, que comenzó a desarrollarse hace unos 9000 años en la región de los Balcanes y el norte de Grecia, siguen intrigando a arqueólogos e investigadores.
Numerosos arqueólogos que han estudiado esta enigmática civilización no tienen una explicación convincente para esta cultura anacrónica que estuvo muy evolucionada para una época en la que la mayoría de las culturas aún se encontraban en la etapa neolítica.
Además de las figurillas, también se encontraron pinturas y cerámicas que representan figuras humanas, animales y algunos extraños seres humanoides y muchas de ellas contienen inscripciones que aún no han sido traducidas, lo que hace que las figuras de la cultura Vinca sean piezas originales y únicas.
Los grupos humanos que habitaron la región de Vinca recibieron, casi espontáneamente, un importante impulso que les ayudó a convertirse en una sociedad civilizada, permitiéndoles desarrollar un lenguaje silábico-alfabético y una escritura rudimentaria.
Curiosamente, en las civilizaciones del sureste de Europa no existen etapas previas en la evolución del sistema de escritura, éste apareció de forma repentina y relativamente evolucionada.
Todo esto tuvo lugar miles de años antes del surgimiento de las grandes civilizaciones de Mesopotamia y Egipto y, según la mayoría de los investigadores, se considera una anomalía arqueológica.
Algunos investigadores sugieren que la cultura Vinca representó visitantes extraterrestres, dioses que vinieron del cielo y ayudaron en el avance de la civilización y la tecnología humana.
Aunque la cultura Vinca tuvo contacto con otras culturas vecinas, su arte se mantuvo diferente a las demás culturas de la región.
El rasgo más distintivo de estas misteriosas figuras, que han sido datadas entre el 5.700 a.C. y 4.500 a.C., son rostros triangulares, grandes ojos almendrados, ausencia de bocas y narices, y suelen aparecer cubiertos por algún tipo de casco o máscara. Algunas de estas figuras parecen representar seres híbridos, mitad humanos y mitad reptiles.
En prácticamente todas las culturas antiguas, los textos antiguos hablan de seres muy avanzados que descendieron de los cielos y participaron en la formación de la civilización tal como la conocemos hoy.