Oumuamua es un misterioso objeto interestelar descubierto en octubre de 2017 por el telescopio Pan-STARRS 1, ubicado en Hawaii, que inicialmente detectó una luz tenue que parecía ser un pequeño cometa.
Sin embargo, observaciones posteriores identificaron que el objeto era una roca de color rojo oscuro de más de 400 metros de diámetro, similar a un asteroide ovalado, pero que alcanzaba una extraordinaria velocidad de 315 mil km/h.
Robert Weryk, el astrónomo de la Universidad de Hawaii que lo detectó por primera vez, supo inmediatamente que estaba ante algo nuevo para la física.
«Oumuamua puede ser una sonda en pleno funcionamiento enviada intencionadamente cerca de la Tierra por una civilización alienígena», afirma un estudio publicado en la revista científica Astrophysical Journal Letters.
La hipótesis fue formulada por los investigadores Abraham Loeb y Shmuel Bialy, del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, quienes creen que Oumuamua puede tener un origen artificial y que el objeto, el primero de su tipo en ingresar a nuestro sistema solar, podría ser impulsado por la radiación solar.
La tesis se basa en la «aceleración excesiva» y el aumento inesperado de la velocidad del objeto que viajó por el Sistema Solar entre 2017 y 2018.
Antes de encontrarse con nuestro Sol, Oumuamua estaba «en reposo» en relación con las estrellas cercanas, lo cual es estadísticamente muy raro.
El inexplicable impulso que recibió Oumuamua del Sol fue causado por el reflejo de la luz solar en su superficie, que tendría que ser delgada, plana y reflectante para actuar como el viento que impulsa la vela de un barco. Y el objeto era realmente extremadamente brillante para su pequeño tamaño.
«Pero, por supuesto, la naturaleza no fabrica velas. Eso es lo que me llevó a sugerir que el objeto podría ser de origen artificial. Considerando un origen artificial, una posibilidad es que Oumuamua sea una vela solar, flotando en el espacio interestelar como desperdicio de tecnología avanzada. equipo tecnológico dejado por alguna forma de vida inteligente, esperando ser activado por un sistema estelar», dijeron los investigadores Loeb y Bialy.
La idea de que Oumuamua podría haber sido creado por una civilización extraterrestre inteligente intrigó a los científicos del Instituto SETI, quienes apuntaron sus telescopios para observar cualquier señal de radio que el objeto interestelar pudiera estar emitiendo.
El proyecto científico, que contó con la participación de Stephen Hawking, buscaba señales electromagnéticas dentro del cuerpo celeste que no podían ser producidas por la naturaleza.
Aunque no se ha encontrado evidencia que demuestre que Oumuamua fuera algún tipo de tecnología alienígena, es importante no sacar conclusiones precipitadas.
“Los científicos han afirmado que se trata de un cometa de hielo de agua, aunque no hemos visto la cola del cometa. Eso es como decir que un elefante es una cebra sin rayas”, afirmó Loeb.