Según el científico, que puso en riesgo su propia carrera con esta afirmación, Marte fue destruido y transformado en el desierto que conocemos hoy por explosiones nucleares de grandes proporciones y aún afirma que puede probar científicamente lo que dice.

“La alta concentración de Xenon-129 en la atmósfera, la evidencia de Krypton-80 y el patrón detectado en el exceso de uranio y torio en la superficie de Marte, visto por primera vez por los rusos y ahora confirmado por el espectrómetro de la sonda espacial Mars Odyssey, significa que la superficie de Marte fue aparentemente un sitio de eventos radiológicos masivos, que crearon grandes cantidades de isótopos con esa firma y cubrieron la superficie con una fina capa de desechos radiactivos enriquecidos en ciertos elementos en relación con las rocas del subsuelo. Este patrón de fenómenos puede explicarse debido a dos grandes explosiones nucleares anómalas en el pasado de Marte”, dice el físico John Brandenburg.

 

¿Sería la cicatriz en Marte una prueba visible de lo que dice el científico?

Quizás solo después de la primera expedición al planeta rojo estaremos seguros de lo que realmente sucedió y el conocimiento suficiente para evitar nuestra propia destrucción.